lunes, 16 de mayo de 2011

¿QUÉ HACER FRENTE A ESTA REALIDAD?

A partir del análisis de resultados presentado anteriormente, podemos ver que los premios y castigos son un método que todavía se utiliza y al que se recurre en la actualidad como medio que permite “controlar” a los niños. Es decir, el manejo de premios y castigos está presente en el Centro Infantil Bilingüe privado en el que se realizaron las observaciones. Reflejando así el poco conocimiento con respecto a alternativas que se puedan utilizar en vez del uso de premios y castigos en la etapa inicial.
Es por esto que la propuesta que se plantea en este trabajo tiene como base la frase de Fernando Savater que dice “La ética de un hombre libre, nada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por la autoridad que sea”[1]. La misma que nos hace reflexionar que para que los niños crezcan como personas éticas en la sociedad, tienen que ser capaces de autocontener su conducta y tomar decisiones adecuadas; y, por ende, propone que los premios y castigos no son la opción para que esto pase.
Así, lo que se propone en este trabajo es la utilización de reconocimientos y de conclusiones relacionadas, en vez del uso de premios y castigos. Eso implica dar un reconocimiento verbal y afectivo, el mismo que debe cumplir con cuatro características para que sea efectivo. Este reconocimiento debe ser breve, sincero, cálido y oportuno[2] para que sea fundamental en el proceso educativo; es decir, celebra lo que se hizo sin haberlo condicionado, se basa en la satisfacción de haber realizado algo que era bueno hacerlo y permite mayor probabilidad de que se repita una conducta en la medida de que existe una satisfacción personal.
Con respecto al manejo de conclusiones relacionadas en vez del uso castigos, implica que una sanción esté relacionada o ligada con la acción que se acaba de realizar; es decir, lo que se le presente al niño como sanción tiene que ser proporcional al nivel de gravedad de la falta cometida y relacionado con ésta. También se refiere al hecho de reparar y resarcir el daño[3]; en otras palabras contribuir con acciones más allá de lo que comúnmente se le pide al niño para que el área o la persona a la que afectó puedan estar en mejor estado o condición; dejándole que se enfrente a las consecuencias de sus actos, de manera activa y responsable.
En definitiva la propuesta de este trabajo, es que el manejo de premios y castigos en la etapa inicial se reemplace por el uso de reconocimientos y conclusiones relacionadas; con el fin de no condicionar  a los seres humanos como mascotas, sino darles la oportunidad de aprender por el placer de aprender, de cambiar por el hecho de ser mejores y no por el recibir o quedarse sin un objeto o premio y castigo; tomando en cuenta que no queremos “controlar” a los niños sino educarlos y ser un apoyo en su proceso de enseñanza-aprendizaje.


[1] http://www.escuelaparapadres.com Los niños de hoy necesitan padres de hoy. TEMPORADA 1. Programa 4. Los peligros del uso de premios y castigos. 2009. En la Web: http://www.youtube.com/watch?v=7QAUFD56qK8 FECHA: 2011-04-28.
[3] ÍBIDEM.

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